El 6 de mayo en Bruselas, diversas academias de ciencias europeas, incluida la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España (RAC), presentaron una declaración conjunta titulada «El futuro de Europa depende de una ciencia y una educación sólida, abierta y libre».
En las elecciones europeas los representantes de estas instituciones científicas de toda Europa se unieron para instar a que la ciencia jugara un papel crucial en la vida política.
Se solicitó específicamente a los candidatos que integraran el conocimiento científico en la toma de decisiones. Hacían hincapié en que desafíos como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la seguridad alimentaria requerían la participación activa de la ciencia, junto con un diálogo confiable entre ciencia, política, sociedad civil y sectores económicos.
También resaltaban la importancia de que la ciencia europea se mantuviera líder en investigación e innovación global, promoviendo la cooperación internacional en el ámbito científico. La declaración, dirigida a los candidatos a las elecciones parlamentarias europeas del 9 de junio, fue firmada por los presidentes de las 28 academias de los Estados miembros de la UE, incluyendo a Jesús María Sanz Serna en representación de la RAC. Concluyó llamando a los Estados miembros y a las instituciones de la UE a utilizar datos científicos de manera continua y prudente en la formulación de políticas.