#AmigosRAC con

Ivana Gasulla 

Es un honor para nosotros conversar con Ivana Gasulla, ganadora en la V edición de los Premios al Joven Talento Científico Femenino, en la categoría Aplicaciones de la ciencia a la tecnología 

Profesora Titular en la Universitat Politècnica de València y experta en comunicaciones ópticas y diseño de fibras multimodo, su investigación ha contribuido significativamente al desarrollo de nuevas tecnologías que aumentan la capacidad y eficiencia de las redes de telecomunicaciones, con impacto tanto en el ámbito académico como en la industria. 

Durante esta entrevista, conoceremos más sobre su trayectoria, sus fuentes de inspiración, lo que ha significado para ella recibir este reconocimiento y su visión sobre el papel de la ingeniería en el futuro de las comunicaciones. 

¿Qué opinas sobre la figura de la mujer en la ciencia en España?

 

La figura de la mujer en la ciencia en España ha ganado visibilidad y reconocimiento en los últimos años, pero aún existe un importante reto en cuanto a su representación en determinadas áreas, especialmente en ingeniería y tecnología, como es el caso de mi campo, las telecomunicaciones. Afortunadamente, cada vez encontramos más investigadoras liderando proyectos, grupos de investigación y empresas de base científica, lo que demuestra que el talento no entiende de género. Sin embargo, persisten barreras estructurales y culturales que hacen que muchas jóvenes no se planteen carreras científicas o que abandonen antes de alcanzar posiciones de liderazgo. Es ahí donde debemos centrar nuestros esfuerzos. 

Por eso considero esencial seguir fomentando vocaciones STEM entre las niñas desde etapas tempranas, mostrando referentes reales y diversos. La visibilidad es clave: ver a otras mujeres en la ciencia, con trayectorias inspiradoras, ayuda a que las futuras generaciones se sientan parte de ese mundo. La ciencia necesita de todas las miradas, y la diversidad (de género, de pensamiento y de experiencia) es un motor de creatividad e innovación. Impulsarla es esencial para avanzar hacia una ciencia más completa y transformadora. 

¿Qué significó para ti recibir el Premio al Joven Talento Femenino de la Real Academia de Ciencias? 

Para mí, este galardón tan prestigioso no sólo supone un reconocimiento a mi trabajo, sino, sobre todo, un reflejo de la dedicación, la profesionalidad y el inmenso esfuerzo de mis compañeros del grupo de investigación “Photonics Research Lab”, perteneciente al Instituto de Investigación iTEAM de la Universitat Politècnica de València, así como de la spin-off de esta universidad iPronics Programable Photonics, de la cual soy socia cofundadora. 

Este premio supuso un impulso más para continuar con mi investigación en fotónica, un campo de vital importancia para la innovación tecnológica del futuro, sobre todo en escenarios como las comunicaciones móviles de próxima generación, así como las infraestructuras de centros de datos y servidores que sustentan el mundo de la inteligencia artificial.  

Y, por supuesto, supuso además un impulso a seguir fomentando vocaciones científicas y tecnológicas entre nuestras chicas. No podemos subestimar la importancia de la inclusión del talento femenino en las áreas STEAM, ya que una mayor diversidad de perspectivas y enfoques es esencial para abordar los problemas a los que nuestra sociedad vaya enfrentándose de manera más creativa e integral.  

Tu carrera combina la investigación de alto nivel con la docencia y la divulgación. ¿Qué te motivó inicialmente a adentrarte en el campo de las telecomunicaciones y, en concreto, en el estudio de la fotónica y la fibra óptica? 

Desde pequeña siempre anhelaba entender cómo funcionaban las cosas, ese famoso porqué. Y en especial me apasionaba todo aquello que tuviera que ver con la física, sobre todo con la astronomía, y con la tecnología relacionada con los ordenadores y las comunicaciones. Aunque la verdad es que también me gustaban otros campos de la ciencia, como la medicina o la química.  

Aunque me gustaban ramas muy diversas, me centré en la Ingeniería de las Telecomunicaciones. A medida que avanzaba en mi carrera, me di cuenta de que la investigación era el camino perfecto para llevar esa curiosidad más allá, para explorar y crear nuevas soluciones que puedan transformar el futuro. De entre las diversas asignaturas que cursaba en la Universidad Politécnica de Valencia, mi atención se iba detrás de la Fotónica: la ciencia que estudia la luz. Me parecía fascinante cómo los láseres son capaces de emitir haces de luz de alta potencia o cómo las fibras ópticas son capaces de “atrapar” la luz para así transmitir muchísima información lo largo de miles y miles de km en tan sólo una fracción de segundo. Este interés particular se materializó cuando hacía el proyecto final de carrera con mi querido mentor y amigo, el profesor José Capmany, precisamente sobre unos enlaces de fibra óptica. Y supe entonces que quería seguir explorando más de ese campo apasionante del que empezaba a ver sólo las primeras “pinceladas”.  

Me unía así, hace 20 años, al grupo de fotónica del Instituto de Investigación iTEAM de la Universidad Politécnica de Valencia, en el que he podido ir creciendo como investigadora, y aún más importante, ayudar a otros investigadores jóvenes a descubrir la ciencia. 

¿Podrías describirnos en qué consiste tu línea de investigación actual?  

Mi campo de investigación es la fotónica: la ciencia de la generación, control y detección de fotones, es decir, de la luz, pues la luz está formada por unas partículas elementales, que son los fotones (Al igual que en la electricidad, hablamos de electrones). La fotónica está presente en muchos campos de nuestra vida, desde el sector energético, la salud la defensa, y como no, las comunicaciones a gran velocidad. De hecho, gracias a las fibras ópticas existen las comunicaciones de banda ancha y el internet que todos disfrutamos. Tengan en cuenta que la información se propaga a lo largo de la fibra óptica casi a la velocidad de la luz. Recorre 1000 km en tan sólo 4.5 milisegundos. 

Una fibra óptica es un conducto muy fino, de dimensiones similares a la del cabello humano, formada por un vidrio, por dióxido de silicio. Mi línea de investigación se focaliza sobre todo en unas fibras ópticas especiales: las fibras ópticas multinúcleo. A diferencia de las fibras ópticas convencionales que transmiten un rayo de luz, estas nuevas fibras permiten disponer de varios canales en paralelo, es decir, varios haces de luz en una única fibra. Gracias a esta paralelización, se consigue no sólo aumentar considerablemente la capacidad de transmisión, sino que se abre un gran abanico de posibilidades a la hora de procesar (de manipular) la señal óptica o la señal de radiofrecuencia. 

Además, mi grupo de investigación es un referente en circuitos integrados (chips) fotónicos, en fotónica programable y en sensores para construcción civil. Nuestra investigación en el escenario actual resulta de especial relevancia en dos áreas: En infraestructuras de centros de datos y servidores que sustentan la inteligencia artificial, y en las comunicaciones móviles 6G y de próximas generaciones. 

Eres una figura referente para muchas jóvenes científicas. ¿Qué consejo les darías a las investigadoras que comienzan su carrera en áreas tradicionalmente masculinizadas como la ingeniería y las telecomunicaciones? 

En primer lugar, les aconsejaría que busquen aquello que verdaderamente les apasione y se entreguen a ello con ilusión, pues al fin y al cabo será lo que dé sentido a muchísimas horas de su futuro. Les diría que no se preocupen si no lo descubren a la primera; que exploren, que experimenten, pues la pasión y la motivación no siempre se encuentran, a menudo se cultivan, se construyen. Les aconsejaría rodearse de personas que las inspiren y aprender, con humildad, de quienes han recorrido el camino antes que ellas. 

En segundo lugar, las animaría a tener confianza en ellas mismas y a soñar en grande, a no ponerse límites. Muchas veces somos las propias chicas la que nos autoimponemos límites al pensar que no encajamos en ciertos ámbitos profesionales ya de por sí masculinizados. Y, más importante aún, que jamás limiten a los demás. Es esencial ser una aliada para quienes te rodean (hombres y mujeres, siempre), pero especialmente para aquellas compañeras que, en ciertos momentos, puedan dudar de sí mismas.