#AmigosRAC con
Ana Primo Ramos
Es un honor para nosotros dar inicio a esta conversación con Ana Primo Ramos, ganadora en la V edición de los Premios al Joven Talento Científico Femenino, en la categoría de Matemáticas.
Profesora titular en la Universidad Autónoma de Madrid y experta en ecuaciones en derivadas parciales, su trabajo ha sido reconocido por su relevancia al abordar problemas con efectos no locales en campos tan diversos como la elasticidad, propagación de llamas y materiales estratificados.
Durante esta entrevista, exploraremos su trayectoria, sus motivaciones, lo que supuso para ella ganar el premio y mucho más…
¿Qué opina sobre la figura de la mujer en la ciencia en España?
A lo largo de mi carrera científica he tenido el privilegio de encontrarme con mujeres de una calidad profesional y humana extraordinaria, a quienes admiro profundamente y de las que he aprendido mucho. Su ejemplo ha sido, en muchos momentos, una fuente de inspiración y de impulso.
Aunque la presencia de la mujer en el ámbito de las Matemáticas en España es una realidad, sigue siendo menos numerosa de lo que sería deseable. Creo que es necesario detenernos a reflexionar sobre las razones de esta situación y tratar de comprender en qué momento y por qué se abre esa brecha.
¿Qué significó para ti recibir el Premio al Joven Talento Femenino de la Real Academia de Ciencias?
Fue una ocasión para dar las gracias.
A lo largo de todos estos años, han sido muchas las personas que me han hecho disfrutar de la belleza de las matemáticas.
Quise agradecer la generosidad de quienes me regalaron su tiempo y compartieron su trabajo, acompañándome en este camino.
Siento como un verdadero privilegio de esta profesión la oportunidad que ofrece de conocer a personas muy interesantes, desde perspectivas muy diversas, con las que es un placer avanzar.
A menudo pienso en qué gran satisfacción es amar lo que uno hace, y qué honor supone poder rodearse de colegas de los que se aprende tanto.
El premio fue un momento para detenerme y decir gracias.
También trajo consigo una responsabilidad: la de seguir trabajando con ilusión.
A lo largo de tu carrera, has trabajado en temas muy complejos dentro del análisis matemático. ¿Cómo explicarías de forma sencilla el impacto de tu línea de investigación y por qué te apasiona tanto?
Yo me dedico a una rama del cálculo diferencial que se conoce como ecuaciones en derivadas parciales. En particular, me interesan problemas en los que aparecen unos puntos especiales que llamamos singularidades. Por ejemplo, una reacción química que produce mucho calor en un punto concreto y luego este calor se va difundiendo por el espacio hasta alcanzar un equilibrio. O una opinión lanzada por un usuario de una red social que se vuelve viral y se expande a todos sus contactos, y luego se propaga en cascada. O una célula que muta y se convierte en cancerosa y comienza a multiplicarse sin control.
Incluso la versión más simple de estas singularidades, una potencia inversa, ya genera problemas muy interesantes y difíciles que nos llevan más allá de lo que conocemos como teoría clásica (matemáticas de los siglos XVIII y XIX).
Estos años, hemos conseguido desarrollar nuevas herramientas (como desigualdades funcionales mejoradas) que nos permiten plantear estos problemas límites en otros espacios (lo que equivale a entender la singularidad desde otra perspectiva). De esta manera, hemos podido clasificar soluciones de problemas no lineales, dando una interpretación concreta a modelos matemáticos donde puede haber varias soluciones (por ejemplo, ecuaciones de reacción-difusión con gradiente, que aparecen en control estocástico, en modelos financieros o de biología).
¿Qué fue lo que despertó tu interés por las matemáticas y te llevó a dedicarte a la investigación?
Creo que fue la curiosidad, el gusto por aprender y la belleza. También el sentimiento de certeza que da una demostración matemática.
Has desarrollado tu trayectoria en distintas instituciones internacionales —como la Universidad de Milán, Roma o el CSIC—. ¿Qué aprendizajes destacarías de esas experiencias fuera de España?
En el ámbito profesional, considero enormemente enriquecedor conocer las distintas formas de trabajo que se desarrollan en universidades y centros de investigación diversos. Pertenecer a diferentes grupos de investigación ofrece perspectivas complementarias sobre la creatividad, el rigor, las técnicas empleadas, la escritura matemática y los temas de estudio. Todo ello contribuye a una formación más amplia, completa y diversa.
En el plano personal, esta experiencia aporta una mayor apertura mental, así como respeto y aprecio por aquello que funciona bien en el propio entorno y localización de lo que podría mejorarse.
En tu opinión, ¿por qué es importante que existan premios como el de Joven Talento Femenino dentro de la Real Academia de Ciencias?
Porque lo que no se visibiliza, acaba pareciendo que no existe.
Me gustó mucho el día de la entrega de premios conocer al resto de las compañeras premiadas y hablar con ellas. Me sentí acompañada en trayectoria, experiencias, inseguridades y deseos. Me impresionó la carrera científica de todas ellas.
Me quito el sombrero, ¡qué nivel hay!
¿Qué papel crees que juega la visibilidad de referentes femeninos como tú en inspirar nuevas vocaciones científicas?
Creo que es fundamental que las niñas cuenten con referentes femeninos en la ciencia, y que desde la educación infantil y primaria se trabaje para prevenir lo que ya se conoce como “ansiedad matemática”, que parece afectar con mayor frecuencia a las niñas.
Del mismo modo, considero importante visibilizar referentes masculinos en áreas tradicionalmente asociadas a mujeres. Además de la dimensión científica, es esencial destacar la importancia de la dimensión humana del cuidado.
Si existe equidad en los referentes, tanto en la sociedad y la escuela como, especialmente, en los hogares, y las niñas y niños tienen un espejo equilibrado en el que verse reflejados, es posible que crezcan integrando la idea de que la elección profesional no depende del género, sino de la vocación.
Para terminar, ¿cómo imaginas el futuro de la ciencia en España y qué te gustaría que cambiara para facilitar el crecimiento del talento joven?
Creo que en España existen actualmente grupos de investigación muy fuertes. Es importante motivar a nuestros jóvenes a dedicarse a la investigación y a hacerlo dentro del país. Esto, además, es compatible —y necesario— con salir al extranjero para estudiar o realizar estancias, ya que resulta muy enriquecedor.
Me gustaría que se mejorara la gestión y que se simplificara la burocracia. Es fundamental impulsar políticas públicas que atraigan y retengan el talento científico. Pero, sobre todo, considero imprescindible invertir más en la educación pública, que es un derecho y un verdadero ascensor social. La educación de calidad debería ser una prioridad para cualquier gobierno y entenderse como una inversión estratégica a largo plazo.
